Si tu hij@ se encuentra entre los 4 y 10 años, va a observar las acciones de las personas que están a su alrededor, con el fin de identificar con cual de ellas recibirá un castigo o una recompensa, es decir, que esta “bien” o que esta “mal”. En esta parte las acciones que realicen tu y familia, son de gran importancia, ya que ustedes le harán entender no solo con explicaciones, si no también, con estas acciones.
También, podrás observar dos cambios importantes durante este periodo, en el primero, notaras que existe cierta disposición por la obediencia a través del castigo; en donde las consecuencias de una acción determinan la bondad o la maldad de lo que ha hecho y de lo que hará. Es decir, tu niño obedece para evitar castigo, cabe recalcar que este castigo no necesariamente tiene que ser físico. En el segundo cambio, tu hijo seguirá las reglas por su propio interés, es decir intentara lograr sus objetivos (intereses) a partir de la obediencia . Por ende aprende a distinguir lo que a el le importa y lo que no, así como lo que le importa a los demás.
Ahora, si tu niñ@ se encuentra entre los 10 y 13 años, observaras que el o ella empieza a comportarse de cierta manera, esto para poder perteneser a algun grupo, comunidad, sociedad, etc. es decir, trata de hacer cosas, decir palabras, tomar deciciones, que para ese grupo sean agradables, y con esto podra obtener una "recompensa", osea, le haran saber que lo que esta haciendo es “bueno”, que es un “niño bueno”.
Tu niñ@ hará lo que la persona que le esta dando “órdenes” o ponga las reglas le diga, asi mismo generara el respeto del niño y el hara lo mismo por el niñ@. Tu niñ@, hará lo que se le enseñe de forma directa pero tambien de forma indirectamente.
Si el niño, ve que la persona a la que considera “buena" o que es su "ejemplo a seguir”, no respeta sus propias reglas, dificilmente el niño las seguira.
Por ejemplo: -"No les grites a tus mayores"-, y ustedes les gritan a sus abuelos del niño o a cualquier otro tipo de autoridad como policía, jefe, esposo, etc. Cuando ustedes o cualquier persona trate de poner “reglas u autoridad en el niño” no podrán hacerlo, por que el niño aprendió a no tener un respeto por nadie que parezca autoridad y se sentirá con el derecho de oponerse y de contestar de la misma manera en la que vio a su “ejemplo” hacerlo: gritando, insultando etc.
De los 13 años en adelante, tu hij@ empieza a identificar y compartir, sus acuerdos y sus desacuerdos. Esto lo hará con todo lo que ha visto, aprendido, manejado etc. en las edades pasadas de su vida, pero habrá ocasiones en las que tu niño, por lo mismo que ya opina o juzga, sabe distinguir entre lo que ha pasado por lo que le han enseñado de “bueno" y "malo”; “chocara” en puntos de vista con las demás personas y creerá que lo que él piensa o dice es lo correcto, puesto que de donde aprendió, es aceptado por que piensa igual que ellos.
Pero hay que enseñarle, que podemos tener desacuerdo con algunas situaciones que pasan a nuestro alrededor, pero todo se puede manejar de la mejor manera: no insultando, no pegando, no gritando, etc.
Enseñarle a tu niño como expresarse; hablando, tranquilo, etc. que existirán situaciones que a el no le gusten, en las que crea que lo que el piensa es lo correcto, pero que debemos respetar tanto física y emocionalmente a los demas ya sea por estas diferencias de “ideas”, “pensamientos" etc. puesto que no todos pasan, viven, o se les enseñan las mismas cosas al crecer y al vivir.
Enseñale a tu hij@ con tus propias acciones.
La zorra y el leñador
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron la señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió:
--Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
Moraleja:
No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras.
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